Cómo saber qué cubierta necesito para mi bicicleta clásica
Los neumáticos de una bicicleta son una de sus partes más importantes. Son los encargados de que te puedas mantener pegado al suelo y de proporcionarte confort mientras estás sobre ella. Si quieres restaurar tu bicicleta clásica o simplemente necesitas cambiarlos, es lógico tener dudas sobre qué equivalencias y medidas debes comprar. Para adquirir la cubierta para una bicicleta clásica es necesario que tengas en cuenta una serie de factores importantes.
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Factores para considerar al comprar una cubierta para tu bicicleta clásica
Lo primero que es necesario aclarar es que para medir los neumáticos es posible emplear diferentes sistemas: ETRTO (European Tyre and Rim Technical Organization), sistema inglés (en pulgadas) y sistema francés. En nuestra web te ofrecemos una tabla completa de equivalencia de cubiertas de bicicleta para que no tengas ninguna duda.
En nuestro caso, vamos a utilizar siempre el sistema ETRTO, ya que resulta más sencillo de comprender. Las medidas del diámetro y el ancho (balón) van por separado. Utiliza los milímetros y solo mide estos dos parámetros.
Es imprescindible que antes de escoger las cubiertas de tu bicicleta tengas en consideración una serie de factores. En primer lugar, para que sean las adecuadas para tus neumáticos y, en segundo, para que te sientas cómodo a la hora de utilizarla. A continuación, podrás ver cuáles son los más importantes.
Uso que le vayas a dar a la bicicleta
En función del uso que le des a tu bicicleta clásica, necesitarás unas cubiertas u otras. Los neumáticos para bicis clásicas están pensados para un entorno urbano, aunque tienen resistencia para otro tipo de vías. Estos son los posibles usos que le puedes dar a tu bicicleta y el tipo de neumático que necesitas para cada uno:
- Uso urbano: Es el más favorable y en el que menos sufren los neumáticos. El pavimento te asegura una marcha cómoda y es complicado que tengas algún pinchazo. Si le vas a dar a tu bici un uso exclusivamente urbano, es recomendable un balón que esté entre 23 y 25 mm. Cuanto más estrecho sea, menos te costará pedalear, ya que el rozamiento también es inferior.
- Uso mixto: En este caso, puede que circules por una ciudad pavimentada o por un camino de tierra. Necesitarás una rueda que tenga un balón entre 32 y 40 mm y con poco rozamiento. Este tipo de neumático también se recomienda para las bicicletas que deban soportar cargas, como por ejemplo, una sillita de niño.
- Uso esporádico por terrenos no pavimentados: Aunque te vas a mover principalmente por terreno pavimentado, es necesario que tengas en cuenta que alguna vez vas a usarla en caminos de tierra. Para esto, se recomienda usar un balón de entre 28 y 32 mm. Debe ofrecer poco rozamiento, pero el necesario para que no llegues a pinchar en terrenos menos favorables.
Ancho de la llanta
Cuando se habla del ancho de la llanta se trata de la distancia que hay entre las dos paredes que la forman. Es primordial que tengas en cuenta que esta medida nunca puede ser mayor que el ancho de la rueda, ya que te será imposible montar el neumático. Es decir, si la llanta tiene 28 mm de ancho, el neumático ha de ser igual o mayor, nunca más estrecho.
Dibujo del neumático
Este dibujo también varía en función de las necesidades que tengas y el entorno por el que vayas a coger tu bicicleta:
- Sin dibujo: Para uso urbano y en ciudades en las que el pavimento casi nunca esté mojado por lluvia. En seco este dibujo ofrece un agarre muy bueno y el rozamiento es mínimo.
- Con dibujo leve: También puedes utilizarlo dentro de la ciudad, sin embargo, agarra mejor que el anterior en asfaltos mojados o con polvo. Incluso en terrenos no pavimentados su agarre es bastante decente.
- Con dibujo: Sin ninguna duda, es el más polivalente. Con esta característica en tu bicicleta, podrás emplearla en cualquier tipo de terreno: pavimentando, de tierra, mojado, seco, etc. El agarre que ofrece es sensacional y se adapta a todas las condiciones que se pueden dar en tu entorno.
Paso de rueda
Se trata de la distancia que existe entre las vainas traseras de la bicicleta. Ocurre algo muy parecido a lo del ancho de la llanta. En ningún caso el neumático puede ser más ancho que el paso de rueda. Si en tu bicicleta este valor es de 30 mm, no puedes montarle una cubierta de ese mismo tamaño o más, tiene que estar por debajo de ese valor. En caso contrario, la rueda se quedaría frenada.
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Diferentes tipos de cubiertas para tu bicicleta clásica
En el mercado es posible encontrar diferentes tipos de cubiertas para tu bicicleta. Los tres más importantes son estos:
- Cubiertas tubulares: Cuentan con una cámara de aire situada dentro de un tubo. Van pegadas a la rueda y tienen la gran ventaja de que, aunque se pinchen, no se separan de la rueda, por lo que es posible seguir utilizándolas sin quedarte totalmente parado.
- Neumáticos de cubierta: Estas son las más habituales, por dentro están huecas y es ahí donde se coloca la cámara de aire. Al contrario que las anteriores, es bastante fácil arreglar sus pinchazos y se enganchan a la llanta por los lados del neumático. Las hay de dos tipos:
- Plegables: Se fabrican con un aro de Kevlar y son más ligeras, por lo que es más sencillo tanto manejarlas como transportarlas.
- Rígidas: No pueden doblarse y son más pesadas que las anteriores. Esto se debe a que llevan un aro de hilos de acero en su interior.
- Tubeless: No tienen cámara de aire. Una de sus grandes ventajas es que hay muy pocas posibilidades de sufrir un pinchazo con ellas. También permiten ajustar su presión, así que puedes bajarla en suelos mojados o con muchas curvas.
La cubierta para una bicicleta clásica es algo que debes escoger teniendo en cuenta diferentes factores. Si no lo haces, lo más probable es que no elijas la adecuada y tengas problemas a la hora utilizarla. Consulta los distintos tipos de cubiertas en la tienda online de Biciclásica y elige la que mejor se adapte a las características de tu bicicleta.