El futuro de la movilidad urbana sostenible
Recientemente desde Capri bikes hemos participado en un debate sobre el futuro de la movilidad urbana sostenible, como fabricantes de bicicletas hemos tenido ocasión de defender nuestro punto de vista sobre este tema que afecta a una gran parte de la población mundial y que tiene indudables efectos a largo plazo.
En primer lugar hablamos de movilidad urbana por la creciente importancia que tienen las ciudades en el planeta con las cifras que se manejan donde en el año 2050 un 70% de la población del planeta vivirá en ciudades y para el año 2100 alcanzaremos cifras en torno al 80%.
Sostenible, porque si no se toman las medidas buscando soluciones a largo plazo los problemas derivados de la movilidad serán graves, pero no solo ambientalmente donde el transporte resulta la principal fuente de contaminación del aire para el 40% de los países mundiales y la segunda más importante para el resto, también es importante buscar soluciones que garanticen seguridad, que sean inclusivas e igualitarias y sean por tanto sociales, e igualmente sostenibles desde el punto de vista económico, así que la movilidad tiene que ser sostenible:
- Ambiental
- Segura
- Social
- Económicamente
Por otra parte a la hora de afrontar este tema se tiende a poner el foco en los países desarrollados con realidades urbanas, económicas y sociales muy diferentes a los países en desarrollo donde el problema va a ser mucho más grave.
Según el Global Cities Institute, las 50 ciudades del mundo más pobladas en el año 2100 serán:
1 | Lagos, Nigeria | 88,344,661 |
2 | Kinshasa, Democratic Republic of Congo | 83,493,793 |
3 | Dar Es Salaam, United Republic of Tanzania | 73,678,022 |
4 | Mumbai, India | 67,239,804 |
5 | Delhi, India | 57,334,134 |
6 | Khartoum, Sudan | 56,594,472 |
7 | Niamey, Niger | 56,149,130 |
8 | Dhaka, Bangladesh | 54,249,845 |
9 | Kolkata, India | 52,395,315 |
10 | Kabul, Afghanistan | 50,269,659 |
11 | Karachi, Pakistan | 49,055,566 |
12 | Nairobi, Kenya | 46,661,254 |
13 | Lilongwe, Malawi | 41,379,375 |
14 | Blantyre City, Malawi | 40,910,732 |
15 | Cairo, Egypt | 40,542,502 |
16 | Kampala, Uganda | 40,136,219 |
17 | Manila, Philippines | 39,959,024 |
18 | Lusaka, Zambia | 37,740,826 |
19 | Mogadishu, Somalia | 36,371,702 |
20 | Addis Ababa, Ethiopia | 35,820,348 |
21 | Baghdad, Iraq | 34,103,466 |
22 | New York , United States of America | 30,193,444 |
23 | N’djamena, Chad | 28,814,762 |
24 | Kano, Nigeria | 28,277,450 |
25 | Sana’a, Yemen | 27,213,206 |
26 | Lahore, Pakistan | 27,005,610 |
27 | Chennai, India | 25,812,847 |
28 | Tokyo, Japan | 25,630,537 |
29 | Bangalore, India | 24,767,999 |
30 | Ibadan, Nigeria | 23,680,127 |
31 | Luanda, Angola | 23,550,753 |
32 | Hyderabad, India | 23,170,146 |
33 | Bamako, Mali | 22,950,973 |
34 | Mexico City, Mexico | 22,219,013 |
35 | Dakar, Senegal | 21,177,983 |
36 | Maputo, Mozambique | 21,070,106 |
37 | Shanghai, China | 20,796,384 |
38 | Ouagadougou, Burkina Faso | 20,630,806 |
39 | Antananarivo, Madagascar | 20,528,576 |
40 | Los Angeles, United States of America | 20,011,865 |
41 | Rio de Janeiro, Brazil | 19,844,691 |
42 | Ahmedabad, India | 19,711,953 |
43 | Abidjan, Cote d’Ivoire | 19,701,522 |
44 | Sao Paulo, Brazil | 19,121,182 |
45 | Chittagong, Bangladesh | 18,824,191 |
46 | Abuja, Nigeria | 18,780,791 |
47 | Kigali, Rwanda | 18,300,407 |
48 | Jakarta, Indonesia | 18,216,212 |
49 | Pune, India | 17,321,544 |
50 | Conakry, Guinea | 17,231,406 |
La tendencia es clara, las nuevas mega ciudades estarán ubicadas en países en desarrollo y por tanto para imaginar el futuro de la movilidad tenemos que tener en cuenta estas realidades, sus particularidades y sus retos específicos, estas ciudades de hecho, están experimentando el más rápido crecimiento urbano de la historia de la humanidad.
Actualmente existen planes de movilidad auspiciados, financiados y coordinados por las más importantes entidades a nivel mundial como la Unión Europea, el Banco Mundial o Naciones Unidas, en la mayoría de estas ciudades y se tiende a impulsar el transporte público con infraestructuras que permitan mover mayor número de gente, principalmente a través de tranvías, trenes y vías rápidas de autobuses urbanos, aunque la adopción de todas estas medidas es muy dispar según de qué país estemos hablando, si existe una conciencia generalizada del problema, no obstante se da la paradoja de que en algunos países o ciudades la tendencia es muy negativa, agravando aún más el problema.
En todo caso y dada la dificultad del problema los objetivos se concentran en:
- Establecer un sistema de gobierno eficiente y responsable que permita la implantación de las medidas.
- Evitar la necesidad de transporte motorizado individual, con el 80% de la población en áfrica no motorizada, un cambio al vehículo privado significaría el colapso y el peor aprovechamiento del valioso espacio público de las ciudades.
- Mantener y fomentar el uso del transporte público y la movilidad activa, caminar o ir en bicicleta.
La revolución ciclista surgida a partir de la pandemia del covid-19 ha impulsado la creación de carriles ciclistas no solo en las grandes ciudades de Europa, también en África han visto como iniciativas para impulsar el uso de la bicicleta en Nairobi, Lagos, Addis Abeba o Kampala han servido para dar mayor impulso a las políticas de movilidad no motorizadas como solución para un futuro de movilidad sostenible.
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El futuro es altamente impredecible
Es importante tener una visión amplia de lo que significa la movilidad urbana y no solo pensar de hecho en las posibles mega urbes y las urbes medianas y pequeñas, también es importante pensar en su ubicación, su economía, su cultura, y además, tener en cuenta los aspectos climáticos, y los posibles efectos adversos inesperados que pueden afectar a cualquier planteamiento a largo plazo, por ejemplo situaciones como la vivida con el Covid-19 que ha trastocado de manera significativa todos los planteamientos sobre movilidad futura que se habían realizado hasta la fecha.
Igualmente aprender del pasado sobre otros elementos disruptores como un cambio significativo en los costes de la energía (el ejemplo de la crisis del petróleo de 1972 que sumado al número de muertes por accidentes de tráfico cambio para siempre la movilidad en Ámsterdam).
Muy posiblemente nos enfrentaremos a situaciones climáticas extremas con más frecuencia, lo que incluirá más huracanes, inundaciones, temperaturas muy elevadas etc.
Por último, y no menos importante existen los posibles cambios a nivel social y político, la posibilidad de colapso o transformación de algunas potencias importantes y los movimientos sociales disruptivos que pudieran surgir.
También las diferentes realidades demográficas y sus cambios van a afectar a cualquier planteamiento sobre la movilidad, la estimación de mortalidad, la fertilidad (https://www.thelancet.com/article/S0140-6736(20)30677-2/fulltext) y los movimientos migratorios entre otros aspectos van a afectar de manera significativa a las realidades de todas estas diferentes urbes.
Porque es necesario pensar en el largo plazo
Hacer planes considerando escenarios urbanos posibles a tantos años vista suena a fantasía, a algo inalcanzable y de muy difícil ejecución, las predicciones empresariales normalmente se hacen a 10 o como máximo a 20 años, y sobre dichos planteamientos se construyen las estrategias necesarias, en el plano político difícilmente se observan planteamientos a muy largo plazo, y peor aun los que se hacen se suelen truncar o modificar sujetos a los ciclos de legislaturas y los intereses a corto plazo.
En el caso de la movilidad existe un problema y es que está altamente condicionada por el urbanismo y las decisiones que se adoptan afectan a escalas de tiempo mucho mayores, veamos por ejemplo como vivimos en ciudades pensadas para los coches desde hace ya 100 años y donde a día de hoy suponen el mayor obstáculo a cualquier planteamiento de mejora en la movilidad urbana por la tremenda competencia que existe por la ocupación del escaso espacio público.
La importancia del interés
Aunque las grandes entidades como Naciones Unidas, la Unión Europea u otras están trabajando desde hace mucho tiempo por empujar hacia una movilidad sostenible global, es muy importante que el ecosistema de grandes, medianas y pequeñas empresas sientan atracción hacia ello, pero por desgracia la mayoría ponen el foco en una pequeña parte del problema sin tener en cuenta las soluciones más importantes como la movilidad activa, por la falta de interés económico, innovación y carencia de elementos disruptivos que aparentemente presentan las formas de movilidad activa.
El capital tiende a invertir en aquello que tiene potencial crecimiento a medio plazo, y por ello si la tendencia muestra un crecimiento en car sharing ira hacia allí, si la tendencia es ir hacia el coche autónomo se moverá en esa dirección, y como el capital es una gasolina importante para el cambio empujara la opinión, la normativa y la conversación hacia sus polos.
Otra parte del interés es el generado por la novedad y el lógico atractivo que supone un tema innovador, lo que genera fácilmente fuertes tendencias de interés del público en general.
Es decir, cuando oímos hablar sobre el futuro de la movilidad será mucho más probable que oigamos hablar de movilidad autónoma que de movilidad activa. Un ejemplo, la búsqueda de “autonomous cars” en google genera 148M de resultados, mientras que “active mobility” genera solo 456K.
De esta manera la cantidad de contenido que se genera a nivel global sobre el tópico de “movilidad autónoma” es 324 veces mayor que el término de “movilidad activa”, ahora pensemos en un posible contexto mundial de las ciudades descrito un poco más arriba, cuál de las dos puede ayudar a solucionar mejor los retos a los que se enfrenta el planeta, este es un ejemplo de la importancia del interés para dirigir el cambio.
Coches eléctricos
La reacción de la política Europea ante los retos de la movilidad urbana del futuro apunta a hacer foco sobre la sostenibilidad ambiental forzando a la industria del transporte a avanzar hacia las cero emisiones de CO2 y para ello empuja lo que para todos es el futuro de la industria del automóvil, vehículos 100% eléctricos, y más aún donde todo el mundo está poniendo el foco de futuro:
Coches eléctricos, conectados, compartidos y autónomos.
Sin lugar a dudas viviremos un avance significativo en estos 4 frentes que afectan de manera importante a la movilidad, pero ninguno de ellos en si mismo puede aportar la masa crítica de solución que otros elementos si pueden hacerlo.
En todo caso, pensar solo en el problema desde una perspectiva local y obviar las dificultades que las grandes ciudades del futuro van a tener para acceder a ciertas tecnologías es pensar a corto plazo, ya que los problemas que no logremos solucionar en los países emergentes tarde o temprano se convertirán en nuestros propios problemas.
Como el Covid-19 afectó a los planes de movilidad
Otro de los aspectos importantes de cara a construir una estrategia de movilidad para el futuro es ver como la pandemia mundial ha trastocado los planes establecidos por las ciudades, existen algunos indicadores claves:
El transporte público ha caído un 40% en ciudades como Madrid y aún en el verano de 2021 mantiene caídas comparadas con 2019, esto es un problema muy común a muchas ciudades, el problema es más grave de lo que parece, estas entidades públicas tan necesarias a la vez que han visto reducir sus ingresos hay aumentando los gastos con mayores requerimientos de limpieza y además vienen con planes de renovación de flotas hacia un las cero emisiones de CO₂, normalmente más avanzados que el sector privado, el estrés financiero de todas estas entidades de transporte público es difícil de soportar por unas economías con una deuda disparada, y esto es común a casi todas las ciudades Europeas y mucho más grave para los incipientes planes de transporte público de las ciudades en países emergentes.
El uso de la bicicleta se ha disparado Es un indicativo que se muestra desde Bogotá hasta Nairobi, y por supuesto con una incidencia muy fuerte en ciudades como Londres o París, donde la tremenda inversión en infraestructuras se vio además aupada por la implantación de carriles bici temporales.
La gente se mueve menos, ya en la 5a ola y la incidencia del teletrabajo y el auge del comercio electrónico están arrojando cifras de entre un 5 y un 14% menos de movimiento en las grandes ciudades, y muchas de estas costumbres estarán aquí para quedarse.
Los coches compartidos y la micromobilidad compartida han caído significativamente, y aunque están adaptando su oferta y renovando su modelo de manera muy positiva las predicciones son de estancamiento para estas soluciones.
Se han disparado las compras de coches de segunda mano, la gente busca alternativas más seguras de transporte como alternativa al transporte público, revirtiendo la deseada necesidad de un cambio en la flota de automóviles.
Las mejores soluciones son aquellas que pueden sobrevivir en entornos de probada hostilidad
Todos estos aspectos y alguno más demuestran que es muy difícil hacer planes a largo plazo y como un elemento disruptor como una pandemia mundial supone un cambio radical en el modelo.
Sería ingenuo pensar que en los próximos 100 años no vamos a estar sometidos a elementos con gran capacidad de transformación y un buen ejercicio es pensar si nuestras estrategias tienen ingredientes más o menos frágiles.
Por otra parte está la cuestión de la percepción, independientemente de si un elemento puede realmente o no afectar a nuestro futuro, está la percepción del mismo por parte de la sociedad, esos miedos pueden ralentizar la adopción de nuevas soluciones.
Aunque la cuestión de la percepción es algo que se puede trabajar a largo plazo, no hay que olvidar los miedos de la sociedad en los riesgos a corto (3-5 años) y a largo (en este caso a 5-10 años) tal y como se analizaron por el World Economic Forum donde hay elementos como la rotura de las infraestructuras de IT, los fallos en ciber seguridad, las situaciones adversas que pueden generar los avances tecnológicos, todos estos aspectos están en la mente de la ciudadanía y aunque sería un disparate no avanzar en el internet de las cosas y el futuro que nos puede brindar una movilidad más conectada y eficiente, no debería de ser el eje de la solución sino un complemento a la misma.
Regreso al futuro, la bicicleta como parte de la solución
Las estrategias más sólidas en cuanto a movilidad tienden a poner en el centro a las personas, priorizando la movilidad activa, como andar y el uso de la bicicleta, centrándose en la organización de las ciudades con un urbanismo optimizado para mover más personas en el mismo espacio.
Ciudades como Londres, París, Seúl, Singapur o Nueva York están implementando estas estrategias muy agresivas para dar prioridad a las personas y relegar los automóviles a un segundo plano, lo que ya es una realidad en ciudades como Copenhague o Ámsterdam demuestra que con la correcta planificación se pueden conseguir niveles de uso de la bicicleta muy elevados, reduciendo drásticamente los problemas de contaminación, seguridad, salud e integración.
Según estudio realizado a los usuarios de la bicicleta en Copenhague el 56% de los usuarios de la bicicleta en la ciudad danesa lo hacían por el simple hecho se llegaban más rápido a su destino, un 19% lo hacía porque es más saludable, un 6% lo hacía porque es un medio de transporte más barato y solo un 1% lo hacía porque andar en bicicleta es bueno para el planeta.
La conclusión es que si quieres que la gente deje de usar el coche, tienes que hacer que con la bicicleta o andando y en transporte público puedan llegar antes, esa es la clave.
Si convertimos una calle de 2 carriles de coches en ambas direcciones, por una vía de transporte público, más carriles bici y anchas aceras, dejando solo 1 carril para los coches, podemos mover 10 veces más personas que con los coches.
Pero no hay que olvidar que lo que es bueno para unos sea bueno para todos, cada ciudad, cada sociedad tiene sus propias necesidades y copiar una estrategia que funciona en una sociedad sin adaptarla convenientemente a los usos de movilidad de otra puede resultar en un tremendo fracaso de la estrategia.
Tenemos una misión, salvar el planeta y mejorar la vida de millones de personas, y el camino más rápido, más duradero y más efectivo es la bicicleta.