8000 kilómetros con mi bicicleta urbana

“Estrené mi bicicleta urbana Santa María hace 3 años y desde entonces he recorrido más de 8000 kilómetros con ella”

La Bicicleta Commuter y la idea.

Hace tres años me hice con esta maravillosa bicicleta urbana, fabricada a mano en Italia con tubería columbus zona. La idea era que fuese mi principal medio de transporte, sobre todo en entorno urbano, commuter lo llaman algunos. Durante estos 3 años el trayecto que mas he repetido sin duda, es el de casa al trabajo y viceversa. Haciendo un calculo aproximado sólo del trayecto citado, me salen unos 8000 kilómetros en estos tres años. Seguramente serán más, ya que no cuento otro tipo de desplazamientos por la ciudad o simplemente los paseos por ocio.

8000 kilómetros pueden parecer pocos, pero debemos tener en cuenta que esta distancia se ha recorrido en un entorno urbano. Dejarla candada en la calle, subir y bajar bordillos, algún golpe, frenazos… son algunas de las consecuencias. También debemos sumarle que si lo consideras tu vehículo principal, lo vas a coger todos los días llueva, nieve o haga sol. Si a todo esto le añadimos el plus de vivir en una ciudad cómo Gijón, que ademas de llover, hay salitre suspendido en el ambiente, el desgaste de la bicicleta va a ser muchísimo mas acusado que hacer 8000km de golpe con una bicicleta de carretera. Para que os hagáis una idea, en el tour de Francia no se llegan a recorrer 4000 kilómetros.

Bicicleta al detalle.

El cuadro

Esta bicicleta, cómo decía antes se trata de una Santa María SL. El cuadro se fabricó a mano en tubería Columbus Zona con racores y se pintó en un azul metalizado procedente de Volkswagen. Escogí esta tubería pensando en la rigidez y durabilidad más que en la ligereza, lo ideal para una bicicleta urbana. Respecto a los racores, aunque por lo general suman unos 200 – 300g a un cuadro que prescinde de ellos, su estética es mucho más bonita y clásica. Además recordemos que este es el blog de biciclasica.com.

Tres años después, el cuadro está en perfecto estado. Ninguna fisura e igual de rígido que el primer día. Lo único que se nota es un poco de óxido acumulado bajo los pasos de rueda y en algunas roscas que asocio al intenso uso de invierno y al salitre. También me gustaría destacar, que la dirección no se ha reemplazado en estos tres años y sigue cómo el primer día. Esto es debido a que escogí una dirección de rodamientos sellados, que es muy resistente y duradera.

La Transmisión.

Esta bicicleta es de una sola velocidad, o single speed, con una relación de 48-16 dientes. No es una relación excesivamente dura, pero tampoco es una relación relajada cómo para ir de paseo. Es ideal para ir rápido por ciudad, cuesta un poco arrancar, pero desde los 10 hasta los 40 km/h se va cómodo, y puedes acelerar bastante rápido.

Las bielas son de aluminio Mecanizado CNC muy bien acabadas, a la altura de Sturmey Archer o Stronglight. Ofrecen una resistencia muy buena para ser de cuadradillo, y tienen un desgaste muy leve para ser una de las partes con mas rozamiento de la bicicleta.

Respecto al eje de pedalier no se pueden decir las mismas bondades como hasta ahora. Este lleva crujiendo desde hace unos meses y lo cierto es que da igual lo bueno que sea un eje de pedalier. Vas a tener que cambiarlo de todas maneras periódicamente. Esto no es porque los ejes de pedalier sean malos, si no porque es una de las zonas de la bicicleta que mas sufre. Debido a la constante carga de todo nuestro peso a un lado y al otro. Esto a la larga se traduce en que el eje de pedalier va a acabar cogiendo holgura o crujiendo.

Por otra parte he cambiado la cadena tres veces, mas por capricho que por necesidad. Seguramente con una podría haber aguantado los 8000 kms, pero a la mínima que sentía que la cadena estaba mas estirada de la cuenta o crujía un poco, prefería cambiarla y así evitarme el bochorno de romper la cadena. Como bien sabemos, Murphy está allí arriba y seguro que se te rompe un día que tienes prisa.

Las Ruedas.

Una de las cosas que considero mas importantes en una bicicleta después del cuadro son las ruedas. Para una bicicleta que vas a usar a diario necesitas unas ruedas resistentes y duraderas, que puedas usar por cualquier camino sin preocupaciones.

En mi caso escogí unas ruedas H PLUS SON TB 14 de 28 radios, con unos bujes genéricos de rodamientos sellados. Al principio me daba un poco de respeto montar 28 radios en una bicicleta urbana, me parecían demasiado pocos. Pero finalmente si la llanta es de buena calidad, el número de radios no es relevante en una bicicleta.

A día de hoy sólo, se me han roto dos radios en dos ocasiones en la rueda trasera y he tenido que centrarlas en tres ocasiones. Me parecen muy buenos datos para una bicicleta urbana que ha recorrido más de 8000 kilómetros. La rueda trasera tiende a descentrarse mas que la delantera, pues soporta mas peso y tensiones. Respecto a la corrosión, las llantas H PLUS SON presentan un poco de óxido en los ollados de los radios. Esto lo asocio a la cantidad de agua y suciedad que se acumulan en las llantas.

Los Neumáticos.

En estos tres años, he llevado 3 juegos de neumáticos, empezando por las Hutchinson Speed ‘n’ Stop, siguiendo por las Panaracer Pasela, y finalizando por las Schwalbe Lugano. Cierto es que ahora mismo llevo un neumático slick kenda bicolor, pero es que mi neumático trasero se ha quedado en las lonas y he tenido que poner urgentemente lo que tenía más a mano, mientras espero a que lleguen las próximas cubiertas, unas michelin dynamic classic.

A día de hoy, sin haber probado las dynamic classic en condiciones, las que han dado mejor relación entre agarre y durabilidad han sido las Schwalbe. pues además de ofrecer muy poco rozamiento a la rodadura, ofrecen un agarre excelente en mojado. Cómo ocurría en el apartado anterior, la rueda trasera tiene un desgaste superior a la delantera. Por último resaltar que en estos tres años y 8000 kms, he pinchado solo 4 veces. Dos de ellas porque era necesario cambiar cubierta.

Si necesitas saber cuando y cómo cambiar los neumáticos de tu bicicleta puedes visitar esta entrada.

Los Frenos.

Originalmente monté la bicicleta con frenos Campagnolo veloce y manetas de freno tektro cromadas. Así como las manetas son espectaculares y ofrecen un tacto de frenado excepcional, los puentes de freno campagnolo, no me acabaron de convencer. Su frenada era poco potente y al cabo de poco tiempo acabaron cogiendo holgura. Fue entonces cuando los cambié por unos frenos calipper, tektro 559, muy similares a estos.

Desde que hice ese cambio no tuve ningún problema en absoluto. Los frenos han cogido algo de óxido, sobre todo los tornillos, pero no afecta su funcionamiento. Lo único que he tenido que hacer desde el cambio ha sido el mantenimiento básico. Cambiar fundas y cables una vez al año, es algo que se debe hacer siempre.

Potencia, manillar, tija y guardabarros.

Así como la potencia y la tija han permanecido inmóviles de mi bicicleta. He ido cambiando de manillar y guardabarros según la época del año o la postura que buscase. En época invernal, por ejemplo, es aconsejable llevar unos buenos guardabarros y una postura reclinada sobre el manillar. Nos facilitará pedalear con mas eficiencia y que el agua y el viento no nos frene tanto. Sin embargo, en época estival que disfruto mas del trayecto, me gusta llevar una posición mas erguida. Llevar unos guardabarros mas ligeros e incluso prescindir de ellos eso según me dé.

Todos estos componentes los he montado de aluminio. Ofrece ligereza, no necesitan tener la dureza del acero y no le afecta tanto la corrosión. Todo lo que he cambiado en este apartado ha sido por gusto y no por necesidad.

Sillín y puños.

Brooks es una de las marcas referentes en puños y sillines, sobre todo si vas a hacer largos recorridos. Fíjate que la mayoría de ciclo-turistas llevan un sillín brooks. Son fiables, duraderos y muy cómodos. La marca Brooks England es conocida por fabricar sillines de cuero desde 1866. A día de hoy siguen fabricándolos de manera artesanal.

Cuando monté la bicicleta, Brooks justamente estrenaba su gama de sillines y puños cambium. Unos sillines que se fabricarían de goma procedente de resina natural y un tejido de algodón orgánico. Tratándose de una bicicleta hecha a medida, decidí  montar los productos de esta nueva gama de Brooks.

Aparentemente la estética del sillín es brutal, es ligero y está bien acabado, pero no es tan cómodo cómo los clásicos de Brooks. Si que es cierto que no necesita periodo de adaptación cómo los de procedencia animal, pero habiendo probado los dos, prefiero pasarlo mal unas semanas antes de ir cómodo. A su favor he de decir, que es un sillín mucho mas cómodo que sus rivales directos, enfocados al ciclismo de carretera. Por ese mismo motivo permaneció en mi bicicleta. Si hubiese tenido que hacer 60 u 80 kms diarios me habría decantado por el sillín clásico de cuero. Considero que para hacer trayectos urbanos, su comodidad es mas que suficiente y su ligereza acaba justificando la decisión.

El envejecimiento del sillín no es muy acusado. El tono del textil se oscurece un poco y el tacto se suaviza con el tiempo. Un envejecimiento bastante digno podríamos decir, pero no es oro todo lo que reluce y es que se ensucia muy fácilmente y es difícil limpiarlo, sobretodo cuando ya llevas unos cuantos kilómetros encima. Ademas la capa repelente al agua que anuncian a penas dura las primeras semanas. Te mojarás el culo cómo en cualquier otro sillín. También cabe destacar, que con el tiempo va cogiendo holgura entre el bastidor trasero y los raíles. No es grave, pero si eres de los que levantas la bicicleta cogiéndola por el sillín, puede llegar a ser algo molesto.

No se puede decir lo mismo de los puños cambium. A pesar de ser ligeros y estar estéticamente muy logrados, su envejecimiento es muy acusado y son bastante incómodos.

La verdad que desde que los monté no tenía mucha fe en ellos, pero cómo era la única combinación posible con el sillín, no quedaba otra. 8000 kms después puedo asegurar que no son nada cómodos, quizás en una posición de conducción mas relajada y erguida mi opinión cambie, pero para una postura deportiva en la que apoyas mucho peso sobre los brazos, se te cansan las manos muy rápidamente.

Este modelo de puños envejece bastante. No es simplemente por el cambio de tono, pasando de color crema a marrón oscuro, sino porque el tejido se deshilacha fácilmente y cada poco tienes que ir cortando los hilos que se sueltan, ademas con el paso de tiempo, la cinta “cambium” que va enrollada sobre la base de aluminio, se acaba despegando y acaba siendo mas incómodo de lo habitual. Por último, cómo sucede en el sillín, la capa repelente que anuncian también únicamente dura los primeros kilómetros.

Conclusiones.

La bicicleta ha dado muy buen resultado para haberla usado a diario durante tres años y mas de 8000 kms. El único problema grave que tuve fue con los frenos, que una vez solventado, simplemente hubo que hacer un mantenimiento básico y reemplazar algunos componentes. Traduciéndolo a euros, calculo haber gastado unos 180€ incluyendo todo, piezas y mantenimiento.

Por lo tanto haciendo recuento de lo que tuve que cambiar 8000 kilómetros después:

• Puentes de freno
• 4 radios de la rueda trasera
• 3 cadenas
• 3 juegos de neumáticos
• 1 eje de pedalier
•  Mantenimiento básico de frenos (x3 cambios de cables de freno)

En unas semanas escribiré una nueva entrada explicando cómo poner a punto la bicicleta. Aprovechando que 3 años después voy a darle un repaso general a la mía.