He descubierto a un ensamblador de bicicletas de Nueva York que me ha dejado completamente fascinado, piezas únicas, hechas a mano con un buen gusto indiscutible. Todo el proceso, desde la cuidada selección de los materiales, hasta el acabado al detalle está realizado por Francesco Bertelli, la manera en que combina piezas nuevas y rebuscadas piezas vintage rescatadas de cualquier parte, dan lugar a unas bicicletas únicas, irrepetibles.
El modelo que sale en la foto, con el que os podéis recrear más en detalle en su web, se llama Domenica y, tal y como describe su creador, es el tipo de bicicleta que utilizarías en la mañana de un domingo soleado con el periódico bajo el brazo de camino a tu lugar de desayuno favorito.
La bicicleta en cuestión monta un cuadro de la casa noruega Viking construidos con acero de tubo Reynolds de la mejor calidad y con una geometría bastante clásica, que permite una conducción manejable. Está equipada con un sillín Brooks B15 Champion en negro, que es un modelo bastante raro de los años 60; la horquilla, también de Viking, tiene un estilo vintage muy característico, con un agujero libre para poder ponerle un freno delantero, el conjunto de bielas es de Gipiemme, también muy difícil de encontrar en los mercados de piezas vintage, y con un bonito detalle dorado en el plato. Una de las piezas que más me ha llamado la atención es la potencia, de Titán original de los años 60. Y, para poner la guinda, un manillar de madera especialmente diseñado por Adam Brackney.
Los precios de las bicicletas acabadas lógicamente varían en base a sus componentes, pero para haceros una idea estarían a partir de los 1500 USD, no vende fuera de Estados Unidos, pero si podéis comprar a través de la web de Viking sus frame sets, y seguir sus admirables recomendaciones con instrucciones completas para poder obtener los mejores resultados en su blog.